Agosto deja buenas cifras de ocupación en Aragón aunque no alcanzan a las de 2022

El último fin de semana de vacaciones para muchos se despide con mal tiempo. En general, el mes de agosto ha mejorado bastante las cifras de ocupación que dejó julio en las tres provincias aragonesas, aunque no han alcanzado los datos registrados en 2022.

En la de Huesca, los alojamientos del Pirineo han rondado el 85%. La primera quincena fue la de mayor afluencia y en muchos lugares del valle de Benasque, del de Tena o de la Jacetania se colgó el cartel de completo. Las cifras, aunque positivas, no llegan a las de otros años. Los hosteleros lo achacan a la inflación, al adelanto de las elecciones generales y a la recuperación del turismo internacional tras la pandemia.  

El Moncayo y sus alrededores son una de las atracciones turísticas que más eligen los visitantes de la provincia de Zaragoza. A pesar de que los meses de junio y julio han sido atípicos, en agosto el número de turistas ha remontado. Además, las previsiones para el mes de septiembre son buenas.

En el resto de la provincia, la capital sigue siendo una de las opciones más visitadas. Zaragoza ha recibido un 18% más de consultas en sus oficinas de turismo. Más de 61.000 personas pidieron información entre junio y agosto.

En Teruel, Albarracín ha sido uno de los destinos favoritos, junto con el Matarraña y la capital. La temporada, según la asociación provincial de empresarios turísticos, ha sido más floja de lo que esperaban, sobre todo, en julio, y estiman un descenso de entre el 5% y el 10% con respecto al verano de 2022.

En el conjunto de las casas rurales de la Comunidad, se han reservado menos noches, pero han llegado al 70% de ocupación en julio y al 80% en agosto.