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ARAGÓN

Un año después de alcanzar el pico de incidencia acumulada: qué ha cambiado

El 1 de noviembre de 2020, la Comunidad registraba 1.115 casos por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta de este indicador durante toda la pandemia

JAVIER OLIVÁN LÁZARO /
Un coche de policía aparcado en el centro de Zaragoza durante el estado de alarma.
icono foto Un coche de policía aparcado en el centro de Zaragoza durante el estado de alarma.

Aragón apura las últimas horas del puente de Todos los Santos con una incidencia acumulada a 14 días de 73 casos por cada 100.000 habitantes -dato a 31 de octubre-. Sin embargo, hace justo un año la situación no era tan favorable. De hecho, hace justo un año, el 1 de noviembre de 2020, la Comunidad alcanzó el pico más alto de este indicador, al registrar 1.115 casos por cada 100.000 habitantes. Unos números que le convirtieron durante varias semanas en uno de los territorios más castigados de todo el país.

Durante todo este tiempo, la ciudadanía se familiarizó con términos (hasta entonces) desconocidos como flexibilizaciones, niveles de alerta o toques de queda. Porque, aunque afortunadamente este mal sueño queda cada vez más lejano, así era la difícil realidad de los aragoneses hace 365 días.

Sometidas bajo el nivel de alerta 3, las fronteras de toda la Comunidad permanecían cerradas a cal y canto. Todo Aragón estaba confinado perimetralmente, y solo se permitía la circulación en su interior, excepto en las tres capitales de provincia, donde los accesos y salidas también estaban restringidos. La prohibición era extensible, incluso, para visitar los cementerios y llevar flores a los difuntos, como marca la tradición cada 1 de noviembre.

Pero la libertad no solo estaba limitada en materia de movilidad. El toque de queda, vigente desde las 23:00 horas hasta las 6.00, tampoco permitía la libre circulación de personas en las calles, excepto causas justificadas como requerir asistencia médica, o el cuidado de mayores y personas dependientes.

Aragón registraba 1.115 casos por cada 100.000 habitantes el 1 de noviembre de 2020

La hostelería, al 50% y solo en exterior

El ocio nocturno, recuperado a pleno rendimiento en la Comunidad hace solo una semana, en aquel momento resultaba una utopía. El sector hostelero bajaba la persiana a las 22.00 horas y consumir en el interior de los establecimientos estaba terminantemente prohibido. Además, en el exterior, con la llegada del invierno a la vista, el aforo de la terraza se reducía al 50%, y siempre en mesas de seis personas como máximo. Los festejos multitudinarios, como bodas o comuniones, se limitaban a solo diez personas en el interior, y 15 en exterior.

Otros sectores muy castigados por una de las peores épocas de la pandemia fueron el deporte y la cultura. Las competiciones no profesionales quedaron suspendidas, mientras que las pocas que se podían disputar lo hacían sin público, a puerta vacía. En los gimnasios y las piscinas, el aforo máximo era del 25%, mientras que en las actividades dirigidas en espacios cerrados la participación se reducían a seis personas.

Centros comerciales, establecimientos minoristas, museos, cines y teatros tampoco podían superar el 25% de aforo, los mismos registros que en los lugares de culto. Entierros y velatorios limitaban su capacidad a diez personas en espacios cerrados y 15 en lugares al aire libre.

Huesca presentaba la situación más crítica con 1.403,3 casos por cada 100.000 habitantes

El principio del fin

A pesar de que es evidente que la pandemia todavía no ha terminado, desde el pasado 23 de octubre los aragoneses disfrutan de una nueva realidad. Ese día, la Comunidad se instauró en el nivel de alerta 1 modulado, con una significativa flexibilización de restricciones que dibuja un escenario radicalmente opuesto al de hace justo un año.

Por ejemplo, ya se permite bailar en las discotecas o tomar una bebida en la barra de un bar. Los límites de horarios también son ya cosa del pasado: cada establecimiento cierra sus puertas en base a la licencia municipal de la que disponga, mientras que en gimnasios, centros comerciales, museos o cines también se recupera el 100% de aforo.

Las únicas restricciones impuestas durante la pandemia que continúan vigentes a día de hoy son dos: el uso de la mascarilla en espacios cerrados y al aire libre cuando se produzcan aglomeraciones, y la prohibición de fumar al aire libre cuando no se pueda respetar la distancia interpersonal.