Planes de reestructuracion: una alternativa para que el concurso de acreedores no acabe en liquidación

Dificultades con los pagos diarios y una deuda abultada sitúan a una empresa al borde de la insolvencia. De ahí a la quiebra y desaparición puede haber un paso aunque la causa sea puntual. Una novedosa sentencia ha dado la razón a una compañía frente a sus acreedores, que impugnaron el plan de pagos con el que se quería evitar la liquidación.

"Lo relevante es que sale adelante solo con el apoyo del 17% del pasivo de la compra, de los acreedores, lo cual antes era imposible", explica Alberto Sanjuán, socio de coorporación abogados y economistas. Ahora es posible, explican los abogados de la firma, gracias a una nueva figura: los planes de reestructuración. Son un paso previo al concurso de acreedores que se introdujeron en la ley hace poco más de un año.

El planteamiento es evitar que al concurso se llegue tarde y mal. Se está buscando una salida a la viabilidad al corto y medio plazo empresarial, anticipando una renegociación que incluso va a permitir salir de la situación de insolvencia a empresas q de otra manera se verían abocadas al concurso", explica Ignacio Moralejo, profesor de derecho mercantil y miembro de IEDIS. 

97 empresas han entrado en concurso de acreedores en lo que llevamos de año en Aragón, una cifra que se mantiene, con ligeras variaciones, año a año. En la práctica una vez llegados a este punto casi nunca hay vuelta atrás y suelen acabar en liquidación. Se apura demasiado, dicen los expertos y la situación económica se complica tanto que es imposible de revertir. "Esta novedad pretende modificar la orientación de la cultura en el tratamiento de la insolvencia de los empresarios españoles, que tienden a aguantar hasta el último momento", añade Moralejo. 

El plan de reestructuración puede ser un salvavidas. "La empresa tiene más de 500 empleados y el plan de reestructuración ha sido una oportunidad, si no hubiera salido adelante, pues previsiblemente habría acabado en liquidación", explica Sanjuán. 

La sentencia mira más allá de los intereses de los principales acreedores y, avisan los juristas, habrá más como esta.