Publicidad
ECONOMÍA

Cooperativas agroalimentarias aragonesas: "Defendemos un modelo de empresa con actividad en los pueblos"

El sector, con una facturación anual de unos 1.000 millones de euros, da empleo directo a 2.000 personas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Las 160 cooperativas agroalimentarias aragonesas facturan 1.000 millones de euros anuales.

Las 160 cooperativas agroalimentarias aragonesas, con una facturación anual de unos 1.000 millones de euros, dan empleo directo a 2.000 personas, pero su influencia en el medio rural va más allá, ya que hasta 50.000 familias tienen relación de alguna forma con ellas. Gracias a su compromiso, han conseguido mantener estas cifras pese a la sequía y al alza de precios, que han lastrado sus producciones. Ahora, lo que quieren es ser más grandes y garantizar el relevo generacional. Este jueves han celebrado su Asamblea General en Zaragoza.

"Demasiadas multinacionales están viniendo y no sabemos qué pasará dentro de 10 años. Las cooperativas llevamos aquí más de un siglo y nos quedamos. Defendemos un modelo de empresa con personas y con actividad en los pueblos", asegura José Víctor Nogués, presidente de Cooperativas Agroalimentarias Aragón.

El porcino es uno de los sectores que más tira de la agroalimentación aragonesa. Y lo hace con fuerza: al año exporta carne por valor de 2.000 millones de euros. En el Matarraña, la cooperativa Arcoiris da trabajo directo a casi 600 personas. Se producen piensos, controlan la genética o el despiece y la gestión de los estiércoles. Lo que no han podido conseguir este año es que el precio final compense todos los costes de producción. "Pensemos que el consumidor cada vez tiene menos poder adquisitivo. Entonces, es muy difícil seguir subiendo los precios tras el incremento de la cesta de la compra", explica Manuel Esteve, de cooperativa Grupo Arcoiris. 

La subida de los costes y la sequía han sido dos de los caballos de batalla de las cooperativas en 2023, y lo va a seguir siendo este año. En Cereales Teruel han reducido la producción, pero quieren mantener a sus 60 empleados. "Hemos tenido que introducir un erte que está ya por finalizar y ahora seguiremos trabajando a ver hasta dónde podemos llegar, pero de momento no queremos despedir a nadie", señala Cristóbal Moya, de la cooperativa Cereales Teruel. 

En el caso del vino, a los perjuicios de la sequía hay que sumarles los cambios de hábitos de los consumidores. "Los dos últimos años tras la pandemia ha descendido el consumo a nivel mundial. Ajustar esa reducción del 17% es lo que está costando", comenta Antonio Ubide, representante sectorial de vinos de cooperativa de Aragón.