El cambio climático favorece la proliferación de plagas de chinches, cucarachas y hormigas en Aragón

El cambio climático, que provoca que haya unas temperaturas más suaves, está favoreciendo la proliferación de plagas de chinches, cucarachas y hormigas en Aragón. Se trata de pequeños invasores en muchos hogares, que causan verdaderos quebraderos de cabeza. Los expertos alertan de que los remedios caseros no solucionan el problema a largo plazo

"Con el cambio climático cada vez va a haber más plagas, y más resistentes. Muchas vienen del norte de África. Por ejemplo, antes teníamos solo aquí dos tipos de cucarachas, y ahora tenemos cuatro", explica Eduardo Iguacel, propietario de la empresa zaragozana Desinfecciones Dys-Hy. 

Según Iguacel, muchas de estas especies se acostumbran a vivir en zonas con temperaturas de entre 30 y 35 grados. "Si estuviéramos a 50 grados, no viviría ni uno. Su temperatura ideal es de entre 18 y 32 grados, y son valores que ahora tenemos prácticamente a lo largo de todo el año, lo que les otorga tiempo para tener varios ciclos de puesta de huevos, de cría". 

Las temperaturas de este año, más suaves tanto en primavera como en verano, están provocando que aumenten las plagas. "El pasado año, que tuvimos varias olas de calor seguidas, no hubo casi plagas, porque con los mercurios tan altos los insectos no salen y no se reproducen", apunta el experto, quien destaca al mismo tiempo que durante este ejercicio "ha habido solo dos olas de calor que han durado apenas dos días". 

Pero, si bien el año pasado apenas tuvieron trabajo las empresas de desinfección de plagas, en este 2023 casi no dan abasto. "Es raro el día que no hacemos dos o tres trabajos de desinfección por chinches este mes de julio", manifiesta Iguacel, quien añade: "Este 2023, con diferencia, lo que más está habiendo es plaga de chinches de cama, y son muy molestos, porque entorpecen el descanso".

Un hombre fumigando una casa. / Canva.

Los chiches de cama o ácaros de cama son un tipo de insecto que se alimentan de sangre humana, normalmente por la noche. No tienen nada que ver con la suciedad, como mucha gente erróneamente piensa, y uno de ellos puede picar hasta seis o siete veces. 

"Los chinches siempre vienen por el movimiento de personas y enseres. Hay gente que los coge en la calle, cuando se acerca a un contenedor en el que han dejado muebles. Quizá se los llevan luego a casa y contaminan el edificio, la escalera, el ascensor...", subraya el propietario de Desinfecciones Dys-Hy. 

Junto a estos insectos, también suelen ser recurrentes las plagas de cucarachas u hormigas. Las cucarachas, por lo general, aguantan cualquier temperatura y salen todo el año. También son frecuentes las plagas de palomas en edificios abandonados, o de roedores.

Las lluvias, un aliado de las plagas

Para Jacinto Díez, responsable de comunicación de la empresa de control de plagas aragonesa Rentokil-Initial, las tormentas también pueden favorecer la aparición de plagas. "Cuando se producen lluvias torrenciales se suelen formar balsas de agua, y eso atrae a muchos insectos". 

Para cada plaga los profesionales emplean unos protocolos establecidos, y utilizan venenos o trampas, procurando utilizar el menor químico posible. 

El experto resalta que suelen trabajar principalmente para empresas, aunque también asisten a viviendas, y para cada caso el tratamiento varía. "Hay sistemas específicos y muy distintos, y depende también del cliente, ya que no es lo mismo acudir a una industria alimentaria, donde emplearemos unos productos concretos, que a un edificio de oficinas", comenta. 

Díez corrobora que el cambio climático, que está provocando inviernos más suaves y veranos más calurosos, está cambiando el panorama en toda Europa: "El sur del continente se está viendo muy afectado, pero en Alemania o en Reino Unido, que hasta ahora casi no tenían plagas, están empezando a tener problemas, ya que allí también las temperaturas son cada vez más suaves". 

"Hemos conseguido poner a raya las hormigas"

Daniel Ibarra se mudó con su familia en noviembre de 2021 a su nueva casa, en el barrio zaragozano de Casablanca. Nunca antes había tenido problemas de plagas, y se encontró que la urbanización en la que estaba su nuevo hogar estaba llena de hormigas. "Al principio nos asustamos, porque detectas hormigas por todos los lados, pero luego te das cuenta de que aparecen y desaparecen y de que, en realidad, ni pican, ni muerden, ni manchan, y que tan solo puede perturbar su presencia", comenta. 

En la comunidad de vecinos en la que vive Ibarra se estableció que, cada verano, pasase una empresa profesional a desinfectar de hormigas las zonas comunes y las viviendas. "De momento, este año aún no han venido, aunque sí que han puesto los carteles avisando de que pronto pasarán. Pero las que sí que han visitado nuestros hogares son las hormigas, por lo que hemos tenido que adquirir unas trampas que contienen un producto que chupan y acaba con el hormiguero, y son muy efectivas", afirma. 

Este zaragozano reconoce que le pone "muy nervioso" ver a las hormigas pasearse por la urbanización, pero admite que eso no le impide seguir con su vida con normalidad, y recomienda acudir a los profesionales, "que son los que más saben de plagas", concluye.