La N-260 entre Campo y el Congosto de Ventamillo volverá a cerrarse en septiembre antes de su reapertura total

El tramo del Congosto de Ventamillo-Campo, en la N-260, volverá a cortarse al tráfico. La nueva restricción se producirá entre el 2 de septiembre y el 11 de octubre para culminar las obras que están pendientes. Así lo ha explicado este martes el subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos Campo, en una reunión con representantes institucionales y empresariales del territorio celebrada en la localidad ribagorzana de Campo. 

Entre las operaciones que se llevarán a cabo durante el corte, destaca el extendido de la capa de rodadura (asfaltado), con una previsión de cubrir 12 km con 15.000 toneladas de material. Estos trabajos de asfaltado del firme, para asegurar la correcta adhesión del material y su posterior mantenimiento en condiciones óptimas de seguridad vial, requieren de una condiciones de temperatura, ausencia de humedad y suficientes horas de luz solar para su ejecución.

Además del asfaltado, está prevista la construcción de sumideros y la realización de otras labores, como la colocación de biondas y señalización horizontal. Durante estas próximas semanas, de forma previa al corte, llevarán a cabo trabajos de instalaciones en los túneles, revestido de cunetas, cobertura de zahorra en los ensanches y construcción de un terraplén.

La previsión es que, tras este último corte al tráfico, la vía se encuentre en condiciones de reapertura total. El subdelegado del Gobierno, Carlos Campo, ha agradecido al territorio su comprensión ante las molestias que generan las obras: “Es un esfuerzo importante, pero la finalización está ahora muy cerca y el resultado va a ser una carretera para el futuro”. Por parte de los representantes del territorio han destacado que se hayan evitado las afecciones al tráfico durante la primavera y el grueso del verano.

Las obras de acondicionamiento de la N-260, que ejecuta el Ministerio de Transportes, cuentan con una inversión de 75,7 millones de euros.