El primer trasplante de hígado en Aragón cumple 25 años

La Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Aragón celebra un hito importante en su historia. Se cumplen 25 años del primer trasplante de hígado en la Comunidad, que tuvo lugar el 14 de diciembre de 1998 en el Hospital Clínico de Zaragoza. Desde entonces, se han realizado más de 750 intervenciones quirúrgicas de este tipo. Se trata de uno de las operaciones más complejas después de las de neurocirugía.  

El primer trasplantado de Aragón fue Luis Marco que nunca imaginó el poder conocer a sus nietos. Hace 25 años volvió a nacer. ""Me estaba muriendo y de estar muriéndote a vivir... Date cuenta que me operaron el 14 de diciembre y el día de Nochevieja estaba en mi casa", recuerda.

Las manos del doctor Agustín García y un gran operativo perfectamente coordinado en el Hospital Clínico hicieron posible un hito en la medicina aragonesa. El hígado llegó de un paciente de 18 años víctima de accidente de tráfico y que se encontraba en la UCI del mismo hospital. "En tan solo cuatro horas el hospital se preparó para realizar ese primer trasplante, lo que significa que ya llevaba mucho tiempo preparado para poder realizarlo con éxito cuando se presentase la ocasión y así fue", recuerda. 

Desde entonces, las técnicas quirúrgicas han evolucionado pero sobre todo la ciencia ha avanzado en la  extracción de órganos. Antes todos los pacientes donantes estaban en muerte encefálica. En la actualidad, es posible trasplantar órganos de pacientes en parada cardíaca. "El trasplante hepático aumenta muchísimo los conocimientos de todo el hospital debido a su complejidad. Entran en juego muchos departamentos por lo que los servicios y conocimientos globales mejoran", indica García. 

De entre las más de 750 intervenciones que se han realizado se encuentra también la de Javier Arredondo, actual presidente de la Asociación de enfermos y trasplantados hepáticos de Aragón. Hace ya cuatro años recibió su nuevo hígado y asegura que si esto no hubiera sucedido, posiblemente ya no viviría para contarlo. "Antes del trasplante me era imposible subir un tramo de escaleras. Para mí era impensable caminar más de 200 metros sin estar asfixiado. Ahora tengo mis limitaciones, pero la mejora ha sido sustancial", afirma.

El cirujano Agustín García recuerda que, aunque España se sitúa a la cabeza en las donaciones, sigue habiendo escasez de órganos y siempre hay más receptores preparados que donantes.