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ANTEPROYECTO DE LEY

El sector audiovisual aragonés reclama más ayudas y herramientas en la nueva Ley de Cine

El presidente de la Academia de Cine Aragonés, productores y salas de exhibición urgen mayor relevancia de la gran pantalla como motor económico

MAR BURGUEÑO /
Imagen de archivo de una sala de cine.
icono foto Imagen de archivo de una sala de cine.

Una pandemia mundial, la irrupción de nuevas plataformas digitales y el cambio en la forma de consumir contenidos son algunos de los cambios que han sacudido al sector audiovisual en los últimos 15 años. La nueva Ley del cine y la cultura audiovisual está un paso más cerca de convertirse en una realidad para sustituir a la aprobada en 2007. El anteproyecto de esta nueva norma ha sido ya ratificado en el Consejo de Ministros y tiene como objetivo renovar la anterior y adaptarla a los cambios del sector ocurridos en estos años. El sector audiovisual aragonés, sin embargo, no encuentra grandes novedades en la legislación anunciada por el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y reclama más ayudas y herramientas para impulsar la industria. 

Para la Academia de Cine Aragonés, esta nueva ley no refleja temas importantes para el sector como es la precariedad laboral existente entre sus trabajadores, y más ahora, tras la crisis provocada por la pandemia. “Hay que concienciar a las instituciones de que invertir en cultura cinematográfica es crear riqueza en el país. Es importante que exista una industria del cine o audiovisual, y que exista de verdad”, explica su presidente, Jesús Marco.

También consideran que falta financiación para impulsar los proyectos audiovisuales. "La ley anterior ya reflejaba líneas de apoyo a la producción de televisión, pero si no hay financiación se trata simplemente de un brindis al sol", afirma el productor Gaizka Urresti, que afirma que esta nueva norma es "muy similar" a la de 2007. Una ley que se aprobó al año siguiente, cuando estalló la crisis, y no llegó a desarrollarse en su totalidad, según explica el productor.

Por eso, señala, los productores se encuentran "perplejos" al no encontrar hechos relevantes que potencien el sector audiovisual. "Me parece bien que un Gobierno entienda que la cultura audiovisual es importante para desarrollar un país, pero tiene que ir acompañado de un presupuesto, de emplear fondos económicos para impulsarlo", indica Urresti. 

Mayor apoyo a la producción independiente

Entre los principales puntos del anteproyecto aprobado se encuentran las ayudas a la producción, distribución y exhibición de obras independientes, de presupuestos más bajos o las consideradas de autor. "Es importante no matar al cine independiente, en esta vorágine en la que se encuentra el sector. Las plataformas internacionales tienen una fuerza financiera muy elevada, y es imposible que el cine independiente pueda competir. Por eso, hay que cuidarlo desde las administraciones públicas", explica la coordinadora técnica de Aragón Film Commission, Estíbaliz Centeno.

Centeno reconoce que era "necesaria" una nueva ley que le de al cine "una mayor relevancia" al reconocerlo como industria y como patrimonio a proteger -uno de los aspectos destacados en la norma es la consideración como Bien de Interés Cultural a la Filmoteca Española-. "España no está igual que en 2007. Recibe y hace mucho contenido nacional e internacional, se han creado nuevas profesiones y nuevas funcionalidades en el sector", señala.

Sin embargo, califica esta normativa de "bastante conservadora", a la que le faltan "más herramientas" para equipararse a otras industrias. Como ejemplos, Francia, Alemania o Italia, países con leyes de referencia dedicadas al cine de los que nos encontramos "muy lejos" en cuanto a financiación y otros aspectos como la paridad o el apoyo a las empresas distribuidoras. 

"Sin ayudas los cines no pueden subsistir"

La nueva Ley del cine señala también que se podrá establecer ayudas a las salas de exhibición cinematográficas, en colaboración con las comunidades. La pandemia y el auge de las plataformas de visualización de contenidos en 'streaming' han provocado grandes pérdidas a las salas de cine, e incluso el cierre de algunas de ellas.

"Si no hay ayudas en poblaciones pequeñas como Monzón, Alcañiz o Tamarite, difícilmente pueden subsistir los cines", afirma Pere Aumedes, responsable de la exhibidora Circusa, que gestiona las salas de nueve municipios de Huesca y dos de Teruel. Aunque se aprobaron ayudas extraordinarias dirigidas a las salas de exhibición, considera que estas partidas "no te solucionan la vida" y reclama que las administraciones muestren "un mayor cariño" a lo que representa el cine como industria y como espacio de salas de cine.