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RESIDENCIA DE ESTUDIANTES

La residencia de Pontoneros de Zaragoza acogerá a 380 estudiantes a partir de septiembre

Hay opciones entre los 400 y 900 euros en apartamentos o habitaciones compartidas con servicios comunes

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Así luce la fachada de la segunda fase de la residencia de Pontoneros.

La residencia de estudiantes Xior Pontoneros abrirá el próximo mes de septiembre con un total de 340 habitaciones y unos 380 residentes tras completarse las obras de la segunda fase del complejo. La infraestructura se ha rehabilitado tras una inversión cercana a los 30 millones de euros. El centro se ha convertido en un proyecto residencial y urbanístico en el que se ha recuperado parte del patrimonio del antiguo cuartel de Pontoneros de la capital aragonesa. 

Tras más de 15 años bloqueado, el proyecto del antiguo cuartel tomará vida con el nuevo curso universitario. Este curso se puso en marcha la primera fase de la residencia con 151 habitaciones. Unas instalaciones que han sido muy bien acogidas por los estudiantes, con reservas de jóvenes de Aragón pero también de Francia, Reino Unido o Austria para cursar sus estudios en la Universidad de Zaragoza y en la Universidad San Jorge. 

Son en total 7.718 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas: sótano, planta calle y tres plantas superiores. La segunda fase se ha realizado en el inmueble situado en la calle Madre Rafols 8-10-12, donde se ha rehabilitado el edificio de las viviendas de oficiales del cuartel de Sangenís (década final del S.XVIII) y actualmente catalogado de interés monumental y del Patrimonio Cultural Aragonés.

A ese inmueble se le ha agregado una ampliación de nueva construcción en los dos extremos: hacia la plaza Forqué y hacia la calle La Palma, colindando con unas ruinas que están documentadas y son objeto de protección. El resultado es un edificio eficiente que cuenta con certificación LEED, lo que permite reducir en un 50% el consumo energético.

En esta nueva fase, que ha visitado este martes la alcaldesa de Zaragoza, habrá capacidad para 217 nuevos residentes repartidos en 189 habitaciones de múltiple tipología: desde las habitaciones compartidas triples, donde el residente paga 399 euros al mes, hasta los apartamentos con cocina y sofá, por 899 euros. En medio, una amplia gama con distintos servicios: individual 'low cost', standard, premium, super premium, habitación con cocina y sofá, o doble a compartir. Entre los conceptos más novedosos están los clúster, un grupo de habitaciones organizadas entorno a una sala de estar común con cocina y sofá privados sólo para el uso de los residentes del clúster; o los Twodios, dos habitaciones con cocina compartida privada.

A todo ello se añaden los servicios de la residencia, que permite la media pensión y la pensión completa, pero que cuenta con recepción 24 horas, Wi-Fi, sala multimedia, limpieza, gimnasio, aparcabicis, mantenimiento, salas de estudio, salas de juego y zonas comunes.

Desde la compañía Xior han informado de que se ha abierto la solicitud de plazas a través de su página web y que “la evolución de las reservas está siendo muy satisfactoria”, si bien todavía quedan plazas disponibles para el próximo curso académico. “Somos muy optimistas y estamos muy ilusionados con la puesta en marcha de la segunda fase”, han resumido desde la compañía belga que gestiona la residencia. Además, el proyecto de la segunda fase incluye también la puesta en servicio de un nuevo graderío verde público de 2.300 m² abierto a los ciudadanos, donde convivirán los residentes y los zaragozanos, y un espacio de reuniones y 'coworking' diseñado exclusivamente para los vecinos del distrito, que podrán reservarlo para su uso.

La nueva plaza pública, que abrirá también en septiembre, tendrá un horario de apertura desde el punto de la mañana hasta el final del día, cerrando por la noche para garantizar el descanso de los residentes y evitar la vandalización o degradación del espacio. Para la alcaldesa de Zaragoza, la puesta en servicio de todo el complejo residencial en su máxima capacidad es “un gran avance para el barrio, por la fuerte inversión que la compañía ha hecho en la ciudad, pero además porque servirá como elemento regenerador del entorno urbanístico y social”. Natalia Chueca ha recordado que estos edificios y sus parcelas anexas se encontraban "sin uso, abandonados y con un proyecto bloqueado que no se supo impulsar desde los gobiernos municipales anteriores”.