Los aragoneses han aprovechado el primer día del año para hacer deporte, desayunar fuera o pasear

La mañana de este primer día del año se vive de forma muy distinta, depende de a quién se le pregunte. Los hay que aprovechan para hacer deporte, para desayunar unos buenos churros con chocolate caliente o para retirarse a casa después de un anoche de fiesta. O como en el caso de algunos volver después de una jornada de trabajo. "Acabo de salir de trabajar y me voy a mi casita a dormir", decía una zaragozana a primera hora de la mañana.

Otros también han echado de menos su cama, pero motivos bien distintos. "El plan es irme a dormir a mi casa", comentaba una joven volviendo de fiesta por el centro de Zaragoza. Misma situación la de un grupo de amigos que ha alargado más de lo previsto la celebración de Nochevieja: "Ahora nos vamos ya a casa a descansar, que los pies duelen mucho y toca madrugar para comer con la familia".

Los hay también que en Año Nuevo madrugan para llenar el estómago. Las uvas dejan paso este domingo al desayuno. "Me he levantado y digo: voy a por churros y chocolate para empezar el año bien", compartía bien temprano un zaragozano, haciendo fila para conseguir el desayuno en un céntrico establecimiento. 

Otros empiezan el año haciendo deporte. "Me he levantado, me he puesto la ropa y me he ido a correr", señalaba un deportista a orillas del Ebro, dispuesto a correr unos cuantos kilómetros. "Toca bajar los polvorones y los turrones", apuntaba otro corredor en el camino de Salas, en Huesca. 

También poniendo las calles estaban hoy los que tienen mascotas. "Hay que sacarlos a pasear", decía un hombre junto a su perro en Zaragoza.