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INDUMENTARIA

¿Cómo vestir un traje regional 100% baturro?

Lucir nuestras mejores galas con la vestimenta tradicional no es difícil, pero es importante tener en cuenta qué debemos llevar y qué no

RAQUEL PLOU /
La variedad de la ropa tradicional aragonesa es notable.
icono foto La variedad de la ropa tradicional aragonesa es notable.

En esta jornada festiva del Pilar, muchos son los que se van a ataviar con el traje regional, tanto si sale a la ofrenda como si no. La variedad que ofrece la indumentaria aragonesa es muy amplia, por lo que es preciso tener algunas ideas claras. Así pues, para ser baturro o baturra al 100% es imprescindible ceñirse a la tradición, mirar fotos antiguas y evitar que se vean relojes, pendientes, colgantes y otros complementos de hoy en día. Desde Sederías y Bordados Natalia, su gerente, Pilar Hernández, explica todo lo que no puede faltar a la hora de pasar la Ofrenda de Flores.

En el caso de las mujeres, se puede llevar un traje de mudar -que sería el idóneo para ir a misa o a un acto religioso, y se correspondería con una mujer más pudiente- o el traje de campesina -de faena, el que se utilizaba en el día a día-. Antes era habitual llevar hasta siete refajos.

El traje se compone de medias, enagua con ahuecador, falda (de tafetán si es de vestir o de algodón si es de faena), mantón (que tiene que ir bien ajustado a la cintura), camisa (en el traje de mudar tiene que ser siempre negra), una buena medalla, pendientes, y zapato en el caso del traje de mudar y alpargata en el de faena. Además, hay que añadir mandil o delantal a los de campesinas, así como un pañuelo en la cabeza. Sin embargo, en el traje de mudar es imprescindible llevar un moño, donde el pelo quede bien retirado de la cara, y una peineta. Hay que evitar flequillos, gafas de sol o relojes. Y los móviles bien escondidos entre la falda y la enagua.

Ejemplos de traje de baturro y baturra.

Con el hombre ocurre lo mismo. Existe el traje de mudar, que es el que usaban para acompañar a las señoras a los actos religiosos, y el traje de faena, de ir al campo. Empezando por abajo, el traje de caballero debe componerse de medias con piales (calcetín que se monta encima) y alpargatas o, en el caso de ir de faena, también abarcas. Un señor muy pudiente también puede llevar zapato. En el caso de traje de vestir, hay que ponerse pantalón de paño; si es de faena, de pana. Debajo del pantalón los zaragüelles, que es el calzoncillo, la prenda interior del caballero. En la parte de arriba, camisa, chaleco, faja montada sobre el chaleco y tocinera o gorrinera encima, anudada a ser posible. Y, finalmente, en la cabeza, un cachirulo con el nudo bien remetido. También está permitido llevar un zurrón o una alforja para llevar las cosas, así como un reloj o algún otro complemento.

Pilar Hernández recuerda: “No tenemos que ir tan combinados como todo el mundo quiere ir. Ni en mujer ni en hombre. Cuanto más combinado vayas, más feo hace el traje. La gente se ponía lo que había en casa”.

Las tiendas intentan que cada prenda sea exclusiva, por lo que no repiten colores ni estampados. Algunos trabajan durante todo el año para ofrecer un amplio surtido y que el cliente elija. Así, los días previos al Pilar solo tienen que probar y ajustar. Otros, empiezan a coger encargos en noviembre y diciembre para hacer trajes a medida con las telas y colores que el cliente desee.

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