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PUENTE DEL PILAR

Gran afluencia de visitantes en las zonas más turísticas de la Comunidad

El Pirineo y la serranía turolense superan el 80% de ocupación, mientras Zaragoza confía en las reservas de última hora para mejorar el 60% actual

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Así de animada estaba la Plaza Mayor de Albarracín este domingo.

Los cinco días del puente del Pilar de los que disfrutan los más afortunados han llevado a las zonas más turísticas de Aragón, los valles pirenaicos y la serranía turolense, a niveles de ocupación propios del periodo estival, que superan de media el 80%.

Carteles de completo en algunas casas rurales del valle de Benasque y del Sobrarbe, esperas de cerca de una hora para encontrar una mesa este domingo en la plaza Mayor de Aínsa y turistas por todas partes en las calles de Albarracín, son solo algunos ejemplos del tirón turístico de la Comunidad en este nuevo periodo vacacional. Zaragoza presenta por el momento cifras más discretas, que rondan el 60% de ocupación media a causa de la nueva cancelación oficial de sus fiestas (por más que en la calle no exista esa sensación) en la confianza, no obstante, de que las reservas de última hora mejoren el dato final.  

El turismo en Aragón sigue en este puente la tendencia postpandemia de priorizar las escapadas a lugares próximos a espacios naturales donde no hay agobios. Así, la provincia de Huesca presenta una ocupación media del 80%. "Tenemos una oferta que no está masificada y responde a muchas de las demandas que nos piden una casita con jardín y barbacoa porque quieren estar tranquilos", explica Francisco Parra, presidente de Turismo Verde Huesca. 

Donde no había mucha tranquilidad precisamente este domingo era la localidad altoaragonesa de Aínsa. Los responsables de su oficina de turismo han comentado que hasta el mediodía habían atendido tantos visitantes como el pasado 15 de agosto.  

La provincia de Teruel, por su parte, va un poco más allá y roza el 95% de ocupación, aupada especialmente por la llegada de turistas valencianos y la recuperación poco a poco de visitantes extranjeros procedentes de Francia y Holanda. Por encima de cualquier destino se sitúa Albarracín, con calles llenas de gente y establecimientos hosteleros trabajando a toda máquina para atender la gran demanda existente estos días.

"Empezamos a dar comidas a las 13:00 horas y estamos hasta las 17:00 horas con un primer turno y luego establecemos un orden de reservas para poder dar alrededor de 120 comidas en este localito pequeño", explica el hostelero Martín Labay.  

Los problemas llegan para encontrar una habitación. "En nuestro caso, tenemos reservas hechas con mucho tiempo de antelación, pero también hay gente que llama a última hora tratando de conseguir alojamiento y, claro, está muy complicado", reconoce Gloria María Gómez, gerente de un hotel de reciente apertura. 

Donde la cifra de visitantes no es tan boyante es en Zaragoza. La nueva cancelación de las fiestas deja por el momento la ocupación media prevista en el 60%, con picos del 80% y del 90% en la zona del centro. Todo ello pese a que las calles de la capital bullen estos días con los actos previstos para la semana del Pilar. Las oficinas de turismo han visto incrementadas las consultas, la plaza del Pilar ya presenta largas colas para entrar a ver a la Virgen y encontrar mesa para el día 12 parece misión imposible. Desde el sector, confían en que las reservas de última hora pueden mejorar la cifra global y que la cifra de madrileños, catalanes y valencianos, principales visitantes estos días, siga creciendo.

"Otros años, dos o tres semanas antes del Pilar ya teníamos comprometida cerca del 70% de ocupación. Esto ahora no se está produciendo. Ya veremos cómo responden las reservas de última hora", confía Marcos Martínez, vicepresidente de Horeca Zaragoza.