Cómo prepararse para una situación similar a la de las riadas de hace ahora un año

La tarde del 6 de julio de 2023 quedó marcada en la memoria de los zaragozanos. Aquel día el cielo de Zaragoza descargó toda su furia sobre la ciudad y algunos municipios del entorno de la capital. En la víspera de este primer aniversario, en el que se recuerdan las imágenes de una mujer subida al techo de su coche, vehículos arrastrados descontroladamente por el agua, calles inundadas y personas atrapadas, nos hemos preguntado cómo prepararse para una situación similar.

La previsión meteorológica era adversa, pero nadie imaginaba los estragos que media hora de lluvia y granizo iba a provocar. De hecho, el Jefe de Bomberos de Zaragoza, Eduardo Sánchez, califica aquella tormenta como "impredecible". A pesar de no poder conocer con exactitud cuándo sucederá una situación similar, sí se puede estar preparado para ello.

En eso han trabajado Cruz Roja y Z Zurich Foundation, quienes han elaborado el estudio 'Resiliencia Comunitaria ante Riesgos Climatológicos'. Una de sus conclusiones es que existe un gran desconocimiento por parte de la población española sobre los recursos de los que se disponen para gestionar desastres de este tipo. El Responsable de los Equipos de Respuesta e Intervención en Emergencias de Cruz Roja en Aragón, José Manuel Miranda, explica que se deben tener en cuenta diversas medidas de autoprotección.

Un ejemplo de situación complicada podría ser el encontrarse en el interior de un vehículo, Miranda explica que salir puede ser peligroso, ya que no se sabe qué profundidad puede haber ni con qué fuerza avanza la corriente. Sin embargo, tampoco debemos quedarnos dentro. De esta manera, lo más seguro es quedarse en el coche con las ventanillas subidas y, en algún momento, bajar una ventanilla, salir y dirigirse hacia un punto alto.

Imagen de archivo de la tormenta que afectó a Parque Venecia en julio de 2023. / Aragón TV

No obstante, este profesional también advierte de que el coche es "como un flotador", es decir, puede desplazarse. "Lo importante es no meterse al agua, no intentar cruzar zonas inundadas. Estar en la corriente puede ser muy peligroso, entre otras cosas, por los objetos que arrastra", comenta Sánchez.

En esta situación se encontraron algunas personas aquel 6 de julio. Una dotación de los bomberos de Zaragoza, con un camión cañón todoterreno, accedió a múltiples coches y rescataron a ciudadanos atrapados en su interior. "Hubo numerosas incidencias. También atendimos a gente encima de los árboles", cuenta el jefe de Bomberos.

Otro equipo se dirigió al puente del Barranco de la Muerte. "Vimos a una persona sujeta a la pilastra, con el agua a la cintura, y procedimos a rescatarla descolgándonos con una cuerda, mediante la técnica de escalada", explica Sánchez, que destaca "la actitud" de los zaragozanos: "Si se vuelven a escuchar los vídeos, se puede ver que en calles convertidas en verdaderos ríos, con gente atrapada, subida en los capós, no había histeria. Se escuchaban palabras de ánimos a las personas para salir o para coger algo, pero no gritos. Había una calma y una tranquilidad que me llenó de orgullo".

En cualquier punto geográfico, en cualquier situación

Una inundación puede darse en cualquier lugar, en cualquier momento. Miranda explica que, si se está en un edificio, debemos "buscar una salida hacia arriba, ir hacia el techo, ya que el agua siempre se dirige hacia abajo". Al igual que en el caso del vehículo, es crucial "no meterse en el agua". Lo mismo hay que tener en cuenta si estás en la calle: huir del agua y buscar un punto alto.

Asimismo, recomienda tener, también en domicilios particulares, un kit de supervivencia, un botiquín con un material mínimo. Este profesional de Cruz Roja subraya también la utilidad de una linterna. "Servirá si es de noche o incluso si hay que hacer señas. Si tiene la opción de cambiar de color, mejor. Todos conocemos que el color rojo significa auxilio", precisa. 

En suma, a pesar de que se trata de situaciones imposibles de conocer con certeza de antemano, hay una serie de claves que se deben tener en cuenta: hacer caso a las agencias de meteorología, mantener la calma y pedir ayuda.