800 aragoneses viven con devoción la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa: "Es muy enriquecedor"

Tras una peregrinación desde distintos puntos de la Comunidad, 800 aragoneses se encuentran en Lisboa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que este año acoge la capital portuguesa. En total, el evento organizado por la Iglesia Católica reúne a 600.000 peregrinos procedentes de todo el mundo. Esta semana -la cita comenzó el 1 de agosto- han realizado distintas actividades culturales, religiosas y deportivas, además de misas y encuentros entre todos los participantes. 

La delegación de Zaragoza es la más multitudinaria de Aragón, con 488 participantes de edades comprendidas entre los 17 y los 35 años, aunque la mayoría de los jóvenes tienen entre 19 y 25, y la diócesis engloba colegios, movimientos, parroquias, cofradías y asociaciones de la ciudad. A esta delegación zaragozana se suma la de Huesca, con 105 personas; la de Teruel, con 88; la de Barbastro, con 83; y Tarazona, con ocho. 

El primer grupo salió hace ya diez días desde la capital aragonesa hacia Lisboa, previas paradas en Leiria y Cascais. "Nunca había organizado algo tan multitudinario. Está siendo una experiencia muy enriquecedora", cuenta la delegada de la Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Zaragoza, Raquel Lucea. Sin embargo, no es su primera vez en una Jornada Mundial de la Juventud. Estuvo en 2016 en Cracovia y también fue como peregrina a Panamá en 2019. "Participar en un encuentro de estas características refuerza y apoya el trabajo pastoral que realizan los movimientos, asociaciones y parroquias durante todo el año. No podíamos desaprovechar esta oportunidad de vivir y celebrar la fe", explica Lucea. 

Más de 600 propuestas diarias

A lo largo de los siete días que dura la JMJ se celebran multitud de actividades, talleres, conciertos, charlas y oraciones por toda Lisboa. Más de 600 propuestas diarias. "En concreto, nuestra diócesis organiza el 'Rise Up' para 7.000 personas en el hipódromo de Cascais. Somos unos afortunados de poder servir a nuestros hermanos", explica esta joven. Según indica la página web oficial de las jornadas, esta actividad consiste en un encuentro con jóvenes en el que habrá espacios de reflexión y escucha sobre temas como la ecología, la amistad y la misericordia. 

Pero, sin duda, el día más importante para los miles de peregrinos que se desplazan hasta la capital portuguesa es este sábado, cuando se celebra la vigilia con la presencia del Papa Francisco. "Esperamos con muchas ganas la noche del sábado, en la que todos los peregrinos nos congregaremos a orillas del río Tajo. Somos una iglesia joven y activa que quiere cambiar el mundo, para que los más pobres y desfavorecidos ocupen el primer lugar en nuestro corazón y en el de la sociedad entera", cuenta entusiasmada la delegada de Pastoral Juvenil. Al día siguiente, el domingo, concluirá este multitudinario evento con la misa de clausura. 

"Te ayuda a ver que no eres el raro que va a misa los domingos"

Lucas Araus es uno de los 488 participantes que llegan a la capital portuguesa desde la diócesis zaragozana. A sus 17 años acaba de terminar el Bachillerato y va a empezar a estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Zaragoza. "La idea de venir surgió el año pasado, cuando fuimos a hacer el camino de Santiago con unos amigos. Hicimos una piña bastante grande, lo pasamos muy bien y queríamos repetir y, esta vez, con gente de todo el mundo", explica Araus. 

Es la primera vez que participa en una JMJ y para prepararse ha decidido fortalecer su fe antes del encuentro yendo los domingos a misa y también a diferentes obras santas. "Es muy grande estar reunidos aquí con tantísima gente porque el Papa nos ha llamado. Es nuestro primer encuentro con el Pontífice y seguro que es genial. El otro día, en la misa de apertura, era espectacular. Toda la gente que hay de diferentes países con un mismo motivo: Dios. Es una locura", afirma entusiasmado.

Para él, el momento más esperado también se produce esta noche con la vigilia, en la que espera tener un encuentro con Dios "muy fuerte espiritualmente". "Muchas veces, en este mundo, donde no somos tan bien acogidos por nuestras ideas, el hecho de ver a tanta gente que piensa igual que tú te ayuda a ver que no eres el raro que va a misa los domingos", concluye Araus.