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SOCIEDAD

Crece el interés por las pruebas de paternidad: en Aragón se realizaron más de 1.100 estudios familiares en 2023

La reducción del coste de los análisis genéticos y una mayor aceptación social hacen que cada año aumente el número de estos exámenes

L. B. /
En 2023, desde Aragón se realizaron más de 1.100 estudios familiares. / Canva
icono foto En 2023, desde Aragón se realizaron más de 1.100 estudios familiares. / Canva

Averiguar si existe (o no) relación directa de parentesco entre dos personas. Este es el objetivo de las pruebas de paternidad, un estudio genético que se ha ido generalizando en el último lustro y cuya popularidad se debe, en parte, a los devenires vitales de artistas como Bertín Osborne, Julio Iglesias o Salvador Dalí. En 2023, desde el laboratorio aragonés Citogen realizaron más de 1.100 estudios familiares, una cifra que no ha parado de crecer debido a la reducción de los precios y a una mayor aceptación social.

"El número de este tipo de pruebas aumenta todos los años. Nosotros trabajamos situaciones muy diferentes: desde casos de reagrupaciones familiares hasta particulares que quieren resolver una duda, como una infidelidad", cuenta Isabel Navarro, directora técnica de Citogen, único centro privado de la Comunidad desde el que se lleva a cabo todo el proceso.

El propósito de la prueba, o el uso posterior que se le vaya a dar al resultado, es determinante a la hora de decantarse por una de las dos modalidades existentes: informativa o con validez legal. "Dentro del laboratorio, técnicamente el proceso que siguen ambas pruebas es el mismo. La diferencia radica en que si van a utilizarse judicialmente es necesario acreditar la identidad de quienes depositan las muestras, a través de un documento válido y en rigor, y que estas sigan una cadena de custodia segura. Nosotros contamos con mecanismos para garantizar los resultados", comenta Navarro. 

En el caso de la informativa, cuyo precio ronda los 200 euros, se manda un kit a casa del interesado, aunque la directora técnica de Citogen explica que trabajan "con todo tipo de muestras". "Desde las más ortodoxas, como los frotis bucales -añade-, hasta las recabadas por detectives que van desde relojes hasta cepillos de dientes o colillas, aunque estas pueden ser menos fiables porque podrían estar contaminadas". 

Desde que el laboratorio recibe la prueba, a la que le asocian un código alfanumérico para mantener la confidencialidad, hasta que emite el informe con el resultado pasan una media de diez días. En ese periodo, los profesionales extraen y amplifican el material genético y analizan 16 marcadores moleculares denominados STR. "Son una regiones del ADN cuyo conjunto se conoce como perfil genético. Realizamos un estudio comparativo basado en el patrón de herencia mendeliano. Cada padre transmite a su hijo un alelo por cada gen, por lo que han de coincidir en ambos casos. Posteriormente, realizamos un análisis estadístico basado en las frecuencias poblacionales, que proporciona la probabilidad del parentesco", señala Navarro. 

Por eso, el resultado, de ser positivo, nunca alcanza el 100%: "En nuestro caso, somos capaces de asegurar hasta el 99,999999%, pero nunca damos un sí rotundo", indica la responsable de Citogen, centro que, desde Zaragoza, analiza muestras recibidas de todas las partes de España. "Trabajamos bajo acreditación, estamos reconocidos por una comisión nacional para el uso forense del ADN, y somos el único laboratorio de Europa que utiliza la tecnología NGS", subraya.

La cuestión de la filiación

A nivel legal, lo habitual es que estas pruebas se realicen cuando hay que declarar una filiación o una impugnación de la misma. "Siempre se dan dentro de esta premisa, aunque también pueden utilizarse en otro tipo de procedimientos, como un divorcio, una herencia o un proceso de reagrupación familiar", explica Cristina Charlez, abogada y doctora en Derecho de Familia.

Si un hijo quiere ser reconocido como tal o un padre desconfía de su descendencia, el primer paso es presentar una demanda. "En caso de que el juez considere que existen indicios -documentales, testificales...- puede requerir que las partes se sometan a la prueba", señala Charlez.

Para las reagrupaciones familiares, un proceso que recoge el derecho de las personas extranjeras residentes legalmente en España a reunir a sus familiares, estos análisis son necesarios para acreditar los vínculos y también pueden ser usados en procesos de divorcio, para establecer la custodia de los hijos, o en repartos de herencias, cuando se duda del parentesco de alguno de los interesados.