Publicidad
SALUD

El estilo de vida, y no la edad, marca la diferencia en los infartos: el 34% se dan en menores de 50 años

La Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Aragón atiende cada año a 500 pacientes de los 800 que sufren un episodio cardiaco

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El infarto ya no es cosa sola de pacientes mayores y aumenta entre los jóvenes. / Canva

El infarto de miocardio es la principal causa de muerte en el mundo. También está detrás de la mayoría de las hospitalizaciones, entre las que están cada vez pacientes más jóvenes, de hecho, están aumentando en los menores de 50 años.

Uno de ellos es Óscar Bravo, a quien le cambió la vida hace cinco años. Entonces tenía 38 y sufrió un infarto agudo de miocardio. El tabaco y el estrés tuvieron mucho que ver: "Me noté mucho fuego en el pecho, me subía por la garganta y notaba mucha presión. Pensé que se me caía el mundo". Pasó 20 días hospitalizado. Después, comenzó un duro camino hacia la recuperación.

El suyo no es un caso aislado. "El número de hospitalizaciones por ataques cardíacos ha pasado de tener una proporción del 27 al 34%, insisto, en gente joven. Las personas por debajo de 50 años piensan que los infartos son cosas de gente mayor y no es así", explica la jefa del Servicio de Cardiología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, María del Rosario Ortas. 

El estilo de vida es el que marca la diferencia y no la edad. En España, el 35% de los menores de 15 años cuenta ya con dos o más factores de riesgo cardiovascular. "No olvidemos las drogas. El consumo de tóxicos, que son precisamente más accesibles entre la gente joven", insiste la especialista. 

Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Aragón. / Aragón TV

Quienes han sufrido un infarto acuden a unidades de rehabilitación cardiaca. En la de Zaragoza atienden a 500 pacientes al año. "El objetivo es atender a 800, que son los infartos que hay anualmente en Aragón. Desde hace ocho o diez años, se ha visto que aparecen más precozmente. Aquí, concretamente, lo vemos. Tenemos cada vez más pacientes de 35, 40 o 45 años con infarto, cuando no deberían tenerlo", confirma el coordinador de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Aragón, Fernando Garza. 

Un equipo de profesionales les tutela durante dos meses. Un proceso en el que el control es fundamental para que el corazón no vuelva a correr el mismo peligro.