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ZONAS DE BAÑO

Los entornos no vigilados acumulan el 90% de los ahogamientos en Aragón: extremar las precauciones es clave

El baño está prohibido en canales, acequias y balsas de riego. En otros entornos naturales, como ríos o embalses, Cruz Roja advierte que supone un riesgo añadido y recomienda no tirarse de cabeza, llevar calzado y nunca nadar contracorriente

S.C.G. /
Embalse de la Tranquera, Zaragoza. / Europa Press
icono foto Embalse de la Tranquera, Zaragoza. / Europa Press

La llegada del buen tiempo anticipa el periodo del baño. Las opciones más elegidas y más seguras son las piscinas o las playas, que cuentan con servicio de socorrista, pero también hay otras que, para los expertos, suponen un riesgo añadido, como los ríos o los embalses. De hecho, son estas zonas no vigiladas donde se producen el 90% de los ahogamientos en Aragón, según los datos recabados por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. El año pasado nueve personas murieron ahogadas en la Comunidad y durante el último periodo analizado, entre 2015 y 2019, de las 55 muertes que se produjeron en el agua en Aragón, en 51 casos no había ningún tipo de vigilancia. Luis Sánchez, profesor de socorristas acuáticos de Cruz Roja, incide en la recomendación de “no bañarse en entornos naturales que no estén vigilados”.

Partiendo de la base de que el agua es siempre un medio hostil, si alguien decide bañarse en un río o en un pantano, subraya Luis Sánchez, tiene que tener presente que "se asumen riesgos añadidos y que puede haber corrientes u objetos extraños en suspensión”. La orografía de las orillas y el fondo de los pantanos y los ríos es muy cambiante, sin olvidar la escasa visibilidad que se tiene dentro del agua.  

Para Sánchez hay tres recomendaciones fundamentales: “Si alguien decide bañarse en un pantano o en el río no debe tirarse de cabeza, porque no sabe ni la profundidad ni lo que hay en el fondo, y siempre llevar calzado”.  En el caso de que sea arrastrado por el agua, “nunca debe nadar a contracorriente” para no fatigarse y porque es la manera más factible de alcanzar la orilla y poder salir. Siempre es recomendable no ir solos y, en el caso de que se vaya con niños, extremar la vigilancia.

El baño está prohibido en zonas cercanas a centrales hidroeléctricas, presas, canales y balsas de riego y no está aconsejado zambullirse en zonas con variación de caudal. Ante estas prohibiciones, es importante informarse sobre la normativa en cada una de las zonas. En todo caso, siempre hay que respetar las señalizaciones y comprobar las que cuentan con vigilancia.

Uno de los consejos que repiten los expertos es que se ha de ser consciente de las aptitudes para nadar y, ante cualquier duda, quedarse cerca de la orilla.  Si se está dentro del agua y aparecen síntomas de no sentirse bien, hay que salir rápidamente. Hay que evitar las comidas copiosas y obviar el baño si se ha consumido alcohol o cualquier otro tipo de sustancia que pueda mermar los reflejos. Antes de una zambullida, hay que asegurarse de la profundidad del agua, porque la percepción del fondo puede ser engañosa, y tener en cuenta las zonas delimitadas dedicadas a las actividades náuticas. 

Al llegar a una zona que puede estar aislada, se recomienda comprobar que hay cobertura telefónica. Eso garantizaría que, en el caso de que sea necesario, se pueda realizar una llamada de emergencia al 112.